Mañana en la batalla piensa en mi
Nadie piensa nunca que pueda ir a encontrarse con una muerta entre los brazos y que ya no verá más su rostro cuyo nombre recuerda. Nadie piensa nunca que nadie vaya a morir en el momento más inadecuado a pesar de que eso sucede todo el tiempo, y creemos que nadie que no esté previsto habrá de morir junto a nosotros. Muchas veces se ocultan los hechos o las circunstancias: a los vivos y al que se muere - si tiene tiempo de darse cuenta - les averguenza a menudo la forma de la muerte posible y sus apariencias, también la causa.
Etiquetas: Javier Marías, Tomas Saorin
4 comentarios:
Me parece (y prometo no volver a protestar, porque si no me van a echar antes de empezar) que los comienzos copiados son demasiado largos. Con la excepción de "Martín Romaña" y de "Tal vez un movimiento", que para mí están en el límite.
Personalmente, me gustaría más que se trase de una línea, de como mucho un pequeño primer párrafo.
Me callo, me callo. Perdón por la crítica no solicitada.
Saludos.
Sin pretensiones hegemónicas, acuerdo totalmente. Aunque, como para todo, hay excepciones, claro.
Saludos
A.
Me encanta este principio, es uno de mis favoritos. Casi todos los principios de Javier Marías lo son.
Un saludo
Lo leí hace poco y se ha convertido en uno de mis libros favoritos.
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