11.2.07

Marianela

Se puso el sol. Tras el breve crepúsculo vino tranquila y oscura la noche, en cuyo negro seno murieron poco a poco los últimos rumores de la tierra soñolienta, y el viajero siguió adelante en su camino, apresurando su paso a medida que avanzaba el de la noche. Iba por angosta vereda, de esas que sobre el césped traza el constante pisar de hombres y brutos, y subía sin cansancio por un cerro en cuyas vertientes se alzaban pintorescos grupos de guindos, hayas y robles. (Ya se ve que estamos en el norte de España).

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3 comentarios:

Blogger Portarosa ha dicho...

¿Y no crees, Antonia, que ese paréntesis queda como una patada en el estómago? Esa manera de aclarar el dato (ya no prosaica sino casi de libro de texto) me parece que no pega nada con el tono del párrafo.

Un saludo.

(Yo, en fin, espero que a nadie le moleste si critico algo. Lo hago con la mejor de las intenciones, y me parece que no está reñido con la idea del blog.
Por cierto, habría que animarse a poner algún mal comienzo, tal y como hace el original americano con sus stinker, ¿no?)

11/2/07  
Blogger Antonia Romero ha dicho...

Pues tengo que reconocerte que a mí tampoco me gusta ese paréntesis, pero he visto cosas peores de autores tan buenos como Peréz Galdós.

Un saludo para ti también.

11/2/07  
Blogger Alicia Rosell ha dicho...

Hola, Antonia: con paréntesis o sin él, Galdós es un gran autor y esta novela una de las más hermosas que escribió.
No digamos la portada. Atrae mucho, es de las que me incita a leer la historia.
Un saludo,
Puri.

12/2/07  

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